La princesa Doña Letizia, apareció el pasado mes de Agosto de 2008 en Palma de Mallorca, con un broche de flor amarillo de la marca Cake-Keline que llamó la atención de todos los medios.
http://www.elmundo.es/yodona/2008/07/28/grandclass/1217242664.html
Lunes, 28 de julio de 2008
GRAND CLASS
Y, ahora, la nueva Letizia
Carlos García Calvo
Tengo la impresión de que la Princesa de Asturias planea
torpedear ese vestuario correcto pero algo insulso y a veces
incoloro de los últimos años y suplantarlo por algo más
favorecedor y alegre. Esos ‘power suits’ de ejecutiva entre
Chanel, Mugler y Armani o las levitas y ‘robe manteaux’ en
pálido ‘tweed’ historiado, irán dando paso, si no me equivoco, a
vestiditos como el verde sin mangas, que tanto ha gustado al
elemento más joven de la prensa nacional y extranjera.
Y ha elegido este verano para hacerlo cambiando su fondo de
armario de Felipe Varela -que incluye no sólo conjuntos sino
accesorios y zapatos- por el ‘prêt-à-porter’ más puntero
español. Nos dio los nombres de las marcas que formarán el
núcleo de su fondo de armario estival la otra noche en Mallorca:
Armand Basi, Mango y Adolfo Domínguez. Los dos primeros
catalanes; gallego el tercero. Es de suponer que Varela, que
reside en París desde hace varios meses, pero que viaja
continuamente a Madrid, seguirá vistiéndola en actos oficiales.
En Pekín, sin ir más lejos, donde viajará en breve.
No es la primera vez que doña Letizia sacude el yugo del
diseñador de la calle de Ortega y Gasset y escoge otras marcas o
diseñadores para salidas puntuales. La hemos visto con un
vestido de Mango, una blusa de Josep Font, un vestido de cóctel
de Lydia Delgado y un conjunto de Hugo Boss, una de las pocas
marcas extranjeras de la que ha echado mano desde el Armani de
su pedida.
Como para presentarnos a la nueva Letizia, la Princesa escogió
un vestido de cóctel negro plisado y recogido por una banda por
encima de la rodilla, la versión del ‘sack dress’ de los 60 que
ha hecho Markus Lupfer para Armand Basi y unos zapatos de altos
tacones que prometen ser la comidilla del verano.
Que el modelito fuese demasiado vestido para una cena marinera y
el negro un tono raramente utilizado por ‘royals’ salvo que
estén de luto, daba igual. La princesa quería hacer un ‘fashion
statement’ y enseñar a toda España que empezaba una nueva etapa
sartorial. Y además con un pequeño toque de locura para quitarle
solemnidad: un broche de plástico algo artesanal pinchado en uno
de los tirantes, de la marca Cake-Keline.
Por cierto: Margaret Rose, la desaparecida hermana de su
graciosa majestad Isabel II de Inglaterra, ‘enfant terrible’ de
la corte británica durante muchos años, le encargó un traje de
cóctel en otomán negro a Norman Hartnell a principios de los 50,
que dio mucho que hablar. Hasta ahora las ‘royals’ sólo llevaban
negro en los funerales. Hartnell comentaría luego: “las damas de
la Familia Real visten por norma general conjuntos en tonos
pálidos ya que son más fáciles de distinguir en una gran
multitud cuya gran mayoría irá vestida de colores pardos”.